El miércoles 24 de noviembre arrancó la nueva edición del Primavera Club, cinco días frenéticos con multitud de conciertos de estilos variopintos. El festival arrancó a las 7 (hora aproximada) de la tarde y tuve la ocasión de presenciar tres de los conciertos que se realizaron esa noche: Cuchillo, Frankie Rose & the Outs y Triángulo de Amor Bizarro.
UNA NOCHE IN CRESCENDO:
El hielo lo rompieron el dúo Cuchillo, que para esta ocasión presentaban un formato completamente nueva i por primera vez añadían un tercer miembro en la formación. Para aquellos que no los conozcan: Cuchillo es un dúo formado por guitarra+voz y batería. Una formación algo extraña a primera vista, ya que puede parecer algo excesivamente reducida, pero hay que tener en cuenta la peculiar técnica de Israel (el vocalista y guitarrista) a la hora de tocar en el directo, porque no hablamos solamente de "tocar" una canción, sino de (literalmente) "construir" una canción. Utilizando la grabación y reproducción de "loops" va generando diversas pistas harmónicas que al sonar simultáneamente acaban generando canciones muy elaboradas.
La maestría a la hora de crear sobre el escenario tiene la contrapartida de que sus temas suelen ser bastante lentos (se deben ir construyendo poco a poco y esto pasa factura en cuanto al ritmo del concierto) y si a eso le añadimos que se gasta un tiempo excesivo entre tema y tema (a veces sin ningún tipo de justificación) el concierto puede llegar a convertirse en un recital algo monótono e incluso soporífero.
Frankie Rose, con su banda The Outs, fue la encargada de levantar el ambiente tras la actuación de Cuchillo, y con una formación de rock clásico (exclusivamente formada por chicas): Batería, Bajo, Guitarra solista y Frankie a voz y guitarra, regalaron al público una actuación llena de una energía que no cesó con el paso de los minutos y mostrándonos un estilo muy propio que triunfó de una manera aplastante.
El turno llegó para los asturianos: Triangulo de Amor Bizarro que fueron, sin lugar a dudas, la estrella y culminación de una noche de conciertos que fue poco a poco in crescendo. Tras la actuación de Frankie Rose, Triángulo desbordó energía y ofreció un recital realmente impresionante.
Sus temas de ritmos rápidos y sonido rock/psicodelic fueron un éxito aplastante que dejo muy buen sabor de boca a todos los presentes. Con un inicio que fue toda una declaración de intenciones ("venimos a romper") y un final apoteósico que dejaba con francas ganas de repetir.
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